16.4.10

Batalla del 21 de mayo





Córdoba que era una ciudad realista,recibió noticias en marzo del Plan de Iguala. Los criollos y todas las personas que luchaban por la libertad querían sumarse a este, aunque se oponían los españoles acaudalados. El 1 de abril se rindió el comandante realista Juan Alcocer al insurgente Jose Joaquín Herrera.

Sin embargo, el coronel Francisco Hevia planeaba recuperar la plaza. Por lo tanto José Joaquín Herrera preparó su defensa a la que se sumaron contingentes de Amatecos liderados por Pascual de los Santos García, un gran número de cordobeses, soldados de Cuichapa y 70 negros encabezados por Fernando Segura.

El 15 de mayo se iniciaron los encuentros al enfrentarse realistas con insurgentes, comandados por Félix Luna. Este fue obligado a replegarse a la ciudad y Hevia logra acceder al Barrio de San Sebastián, donde establece sus trincheras. Los del otro bando las colocaron en las construcciones de la manzana de la calle 7 y avenidas 3 y 5. Al otro día el coronel Hevia recibió un balazo en la cabeza provocándole la muerte, por lo que fue sustituido por el teniente coronel Blas del Castillo y Luna.

Este personaje logra infiltrarse hasta las filas enemigas prendiéndole fuego a una construcción. Por eso se conocer como “La casa Quemada” a este sitio.
El día 18 se redobló el fuego por parte de los realistas. Los cuales no flaquearon en la defensa de sus fortificaciones. Por la mañana de ese mismo día llegó don Antonio López de Santa Ana con 300 hombres de infantería y 250 de caballería, pero los españoles no abandonaron sus posiciones.

El día 20 volvieron los soldados del teniente coronel Blas del Castillo y Luna a reiniciar la batalla. A través de su jefe, pidieron una tregua para celebrar una junta de guerra, para llegar a una resolución. Al anochecer, los enemigos de la independencia abrieron fuego nuevamente que fue contestado por los defensores de la plaza. Los realistas se empeñaban en vencer a los vecinos, quienes habían tomado una determinación: sostener la pelea hasta alcanzar la victoria o perder la vida.

El tiroteo cesó a la media noche, cuando se confirmó que los realistas estaban abandonando sus posiciones, Herrera ordenó a la caballería que persiguiera al enemigo, que fue hostilizado hasta la garita de Orizaba.En la madrugada del glorioso día 21 regresó la caballería, que fue recibida con repiques de campanas y un contagioso, delirante feliz entusiasmo general. Esta última acción de armas, realizada en nuestra ciudad constituye un importante paso para la consumación de la independencia de nuestro país. (cordoba.gob.mx, recuperado de la red el 17 de abril de 2010)

1 comentario:

Tah dijo...

Las citas y unas fotos por favor